No te dejes arrastrar por la vanidad. Aprende a conocerte. No te creas indispensable. Cuando te llegue la tentación de creerte insustituible, acuérdate de una verdad irrefutable: sólo Dios es indispensable.
¡ No te envanezcas ! Dios, que es grande, no firmo ninguna de sus obras.
No lo olvides: quien se ensalza será humillado y quien se humilla será ensalzado.
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