¡ Eleva tu corazón en la oración ! Pero evita recitar fórmulas lindas y decoradas. Que las palabras partan de tu corazón espontáneamente, como si estuvieras conversando con un amigo querido. Orar no es una obligación que uno cumple para sacarse un peso de encima. Orar con fervor, viviendo las palabras que dices a fin de que la comunicación con Dios sea efectiva y real. Haz de la oración un hábito indispensable para la salud espiritual.
Somos seres espirituales en busca de la experiencia humana. La Yoga y la Qabbalah proponen la realización de la unión del Ser individual con el Ser Universal. Les da a los seres humanos las herramientas para trazar su destino conciente y responsablemente y muestra el camino para vivir la experiencia humana y lograr nuevamente la conexión espiritual. Dos tradiciones que han hecho sus pruebas y que son las dos columnas del Gran Frontón ( el Triangulo Divino ), ornando el Templo de la Sabiduría.
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